Algunos multimillonarios tienen gustos muy peculiares. No se conforman con tener tigres como mascotas o comprar islas desiertas, sino que también se dan el lujo de hacer cosas especiales, como el antiguo primer ministro de Georgia.
Semana tras semana, barcazas cargadas de árboles, plantas y flores exóticos y escasos cruzan el Mar Negro. Los georgianos llevan tiempo observando este curioso desfile. Pero no se trata de ninguna obra de arte… Entonces, ¿qué destino les espera a estas joyas naturales? Pues nada más y nada menos que el jardín privado que está creando uno de los hombres más ricos del país.
Un árbol en medio del mar…
Se trata de Bidzina Ivanishvili y es un apasionado de los árboles, además de ex primer ministro de Georgia (2012-2013). Su afición por los árboles es tan grande que nadie ha podido frenar su proyecto de colección.
Su parque personal se ha llenado de más de 200 árboles en los últimos años, la mayoría de ellos arrancados del suelo de pueblos pobres y de las frondosas selvas de Georgia. Bidzina Ivanishvili se encarga de elegir y revisar personalmente la mayoría de los ejemplares uno a uno.
Según los distintos artículos que abordan el tema, alrededor de la mitad fueron trasladados al parque en barco y la otra mitad en camión. Algo que, sin duda alguna, no es nada fácil ni económico.
De hecho, las carreteras son, a veces, angostas y están rodeadas de casas y otros árboles, que tienen que ser cortados para abrir paso hacia el Parque Dendrológico Shekvetili en la costa del Mar Negro de Georgia.
El dinero puede lograr muchas cosas… incluso hacer que los árboles se muevan
Bidzina Ivanishvili, que hizo su fortuna en Rusia con negocios bancarios y metalúrgicos durante la época postsoviética, tiene una pasión por los árboles. Su riqueza se calcula en unos 6,000 millones de dólares.
Su actividad actual es bastante misteriosa, pero lo fue todavía más cuando se dedicó a la política en Georgia. Fue el ganador de las elecciones parlamentarias de 2012 y ocupó el cargo de primer ministro hasta noviembre de 2013. Algunos georgianos piensan que el exdirigente es una especie de druida, pero muchos otros lo descartan.
Para la cineasta georgiana Salomé Jashi, la pasión de Ivanishvili es más que un amor por la naturaleza.
“A mi parecer, un árbol flotante era un símbolo de poder, de deseo, de querer algo a cualquier precio”
Dijo Jashi, quien filmó un documental sobre el proyecto del parque.
Sulaberidze, el responsable del proyecto, rechaza esas especulaciones. Dijo que su jefe “solo tiene amor por los árboles”.
Hay quienes admiran a Bidzina Shekvetili por abrir su parque al público, que ha recibido a más de 1.5 millones de visitantes desde que se inauguró, y por su obra benéfica, que incluye el apoyo económico a artistas y poetas georgianos.
Sin embargo, no se puede negar que trasladar árboles de un lugar a otro no es una actividad que agrade a los grupos ambientalistas.
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