Steve Jobs no dejaba nada al azar, ni siquiera cómo se abrían las cajas de los productos de Apple. Por eso, tenía un equipo especializado solo en esa tarea: abrir paquetes y estudiar la mejor forma de presentar los dispositivos. Así, cuando compras un iPhone 15, un iPad Air o un MacBook Pro M3, el unboxing se convierte en una parte fundamental, diseñada con precisión.
Abrir la caja de un nuevo producto de Apple, sentirlo, pesarlo y personalizarlo es más que un simple gesto. Es una experiencia única, que marca la primera conexión con el aparato. Y Steve Jobs sabía que las primeras conexiones son las que cuentan.
La primera impresión es clave para Apple, y no la desperdicia
Con el fin de encontrar la mejor manera de mostrar los productos de la empresa, Steve Jobs, el hombre que manejaba su mercedes sin placa y que soñaba con ser astronauta, formó un equipo de investigación. No sabemos qué ha sido de ese equipo hoy en día, ya que podría haberse integrado al departamento de marketing, pero su meta principal sigue vigente en la empresa.
Los productos de Apple llegan en una caja, por lo general blanca, que ha experimentado muchos cambios y mejoras a lo largo del tiempo. Hay algunos casos destacados de lo que Apple logra con su cuidado en el modo de empaquetar sus distintos aparatos. La del iMac con chip M3 —que es igual a la de su predecesor— es una obra de arte para algunos, al igual que la de otros aparatos como el Mac Pro, o incluso las carcasas para iPhone.
Apple ha optado por una caja que, al abrirla, nos obliga a tomar el iMac con las dos manos para extraerlo. Esta primera impresión nos muestra lo fino que es el diseño y lo ligero que resulta. Este es solo uno de los casos en los que el empaque de un producto transmite una historia específica y funciona como una tarjeta de visita.
Los primeros iPhone, con pocas opciones de color, se mostraban con la pantalla hacia arriba en la caja. Ahora, con una parte frontal similar entre varios modelos y con unos colores vivos en la parte trasera, los iPhone se presentan al revés para enseñar primero su aspecto más característico.
Estas decisiones se basan en el equipo que Steve Jobs fundó y al que asignó la tarea de abrir cajas. Un equipo, que según cuentan en Inc. se encargaba de diseñar los envases, testear alternativas y medir las respuestas para hallar la mejor manera de mostrar un nuevo aparato a un comprador. Un equipo que ha logrado que estrenar un producto de Apple sea toda una experiencia.
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