Tras una serie de misiones fallidas, la NASA finalmente ha conseguido regresar a la Luna gracias al módulo de aterrizaje Odysseus de la compañía privada Intuitive Machines, que logró posarse sobre la superficie del satélite en el cráter Malapert A, ubicado a unos 300 kilómetros del polo sur lunar.
La nave espacial, del tamaño de una cabina telefónica, concluyó un viaje de siete días a la Luna, después de su lanzamiento por parte de SpaceX llevando 12 cargas útiles, de las cuales, seis eran instrumentos científicos y tecnológicos de la NASA, por los que la agencia pagó 118 millones de dólares.
De acuerdo con la NASA, el módulo de aterrizaje lunar no tripulado aterrizó a las 5:23 pm, hora del centro de México.
El triunfo de las empresas privadas, al fin
El logro de la nave Odysseus es uno que otras compañías no han podido hacer, sin ir más lejos, con el intento del módulo Peregrine de Astrobotic a principios de 2024, que terminó su misión anticipadamente al darse una fuga de combustible estrellándose contra la Tierra.
Este no es el único caso, pues otras misiones, como el módulo israelí Beresheet o el japonés Hakuto-R lograron llegar a la órbita lunar, pero acabaron estrellándose en sus intentos de alunizaje en abril de 2019 y en abril de 2023, respectivamente.
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