Biden, el presidente de Estados Unidos, ha cumplido con lo prometido: a primera hora ha firmado la nueva ley que prevé el veto a TikTok en caso de que no sea vendido y rompa sus lazos con China. El paquete aprobado es mucho más amplio e incluye miles de millones de dólares de ayuda estadounidense dirigida a Ucrania para su frente bélico contra Rusia.
En cuanto a TikTok el plazo es innegable. Su casa matriz, ByteDance, tiene de nueve meses a un año para vender la popular aplicación de video vertical que solo en Estados Unidos tiene 150 millones de usuarios.
Si la compra se concreta, el TikTok de Estados Unidos no volverá a ser el mismo. El algoritmo responsable de las recomendaciones y administración del contenido que se muestra a cada usuario estadounidense no volverá a ser igual y la app podría usarse a discreción de sus nuevos dueños, sin posibilidad de imitar las actualizaciones de la administración de TikTok global. Una administración distinta podría derivar en nuevas funciones, características nunca antes vistas y, en suma, una aplicación que funciona totalmente distinto a la TikTok global que ya funciona en EUA.
No es la primera vez que en Estados Unidos se toma la decisión de vetar a TikTok si no es vendido. El entonces presidente Donald Trump tomó la misma decisión, solo que en forma de acción ejecutiva. El nuevo camino es distinto porque ahora la decisión tiene como apoyo al Congreso de Estados Unidos y al presidente mismo. Todo parece indicar que, como en aquel entonces, ByteDance buscará apelar en tribunales y argumentar que un veto atentaría contra la libertad de expresión y la libertad de elección de sus 150 millones de usuarios.
El presidente López Obrador dijo, en marzo de 2023, que México no hará ningún veto a TikTok, sin importar lo que suceda en Estados Unidos.
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